Frecuentemente el productor que está planificando su próxima plantación se plantea la pregunta si utiliza clones o semillas. Frente a esta consulta no hay una respuesta universal e inequívoca y muchas veces se torna compleja, sobre todo porque va de la mano de dónde, para qué, y cómo plantar. Desde INTA Concordia, Leonel Harrand y Javier Oberschelp consideran importante repasar algunos conceptos y aspectos relevantes para acercar la mejor respuesta posible.
ENTRE RÍOS (Noviembre 2020).- Frecuentemente el productor que está planificando su próxima plantación se plantea la pregunta si utiliza clones o semillas. Frente a esta consulta no hay una respuesta universal e inequívoca y muchas veces se torna compleja, sobre todo porque va de la mano de dónde, para qué, y cómo plantar. Es importante repasar algunos conceptos y aspectos relevantes para acercar la mejor respuesta posible.
Las plantas se pueden propagar naturalmente por semillas o por vía asexual; para este último caso generalmente se emplea alguna estructura especializada (raíces preformadas, rizomas, raíces gemíferas, tubérculos, etc.). Además, con el estímulo adecuado, se puede ir más allá y emplear porciones diferenciadas de tejido (hojas, tallos, raíces) para regenerar plantas completas de casi cualquier especie, y de esta manera, propagarlas casi a voluntad.
Propagación vegetativa y producción de plantines
Las plantas se pueden propagar naturalmente por semillas o por vía asexual; para este último caso generalmente se emplea alguna estructura especializada (raíces preformadas, rizomas, raíces gemíferas, tubérculos, etc.). Además, con el estímulo adecuado, se puede ir más allá y emplear porciones diferenciadas de tejido (hojas, tallos, raíces) para regenerar plantas completas de casi cualquier especie, y de esta manera, propagarlas casi a voluntad.
Los eucaliptos cultivados se multiplican naturalmente por semillas, sin embargo, hace más de 50 años que se conoce sobre la capacidad que poseen de emitir raíces adventicias. Esto tomó particular relevancia cuando se desarrollaron los primeros híbridos interespecíficos de eucalipto. En los híbridos, el uso de la propagación vegetativa es indispensable para multiplicar los genotipos superiores, ya que generar semillas híbridas por cruzamientos controlados interespecíficos es costoso, se obtiene una descendencia muy heterogénea, y en algunos casos, con elevada mortalidad de plantas.
Desde el momento que se obtiene una planta de una estaca enraizada (ramet), proveniente de rebrotes de una planta seleccionada (ortet) ya tenemos un clon, que curiosamente no es uno u otro, sino ambos, ya que un clon es el conjunto de individuos que se propaga en forma vegetativa a partir de ese primer individuo. Desde el punto de vista del mejoramiento genético, seleccionar adecuadamente ese primer individuo (ortet) es crítico, pero aun así, esto no garantiza que los plantines clonales que se obtengan de él tengan un comportamiento superlativo. Su capacidad de enraizamiento adventicio y las características ambientales del sitio donde se realicen las plantaciones, son claves en su futuro desempeño en vivero y a campo.
Actualmente, el empleo de miniestacas apicales, recolectadas de plantas madres bajo un manejo intensivo, es el sistema predominante para la propagación vegetativa de eucaliptos a escala comercial. Su éxito requiere de personal capacitado, planificación, un manejo meticuloso e instalaciones apropiadas para las plantas madres y el enraizamiento de estacas, diferentes al de un vivero convencional que produce plantines por semillas, aspectos que elevan los costos de producción. Esto contribuye a que existan pocos viveros comerciales que produzcan plantines clonales a gran escala en el país, restringiendo, temporal y geográficamente, la oferta de material de propagación clonal.
Los programas de mejoramiento de eucaliptos difíciles de propagar, como Eucalyptus dunnii, E. globulus y E. nitens han enseñado la importancia de considerar la capacidad de enraizamiento como una característica clave en la selección de material genético.
Clones que enraícen pobremente, nunca van a ser la prioridad a la hora de planificar tareas en los viveros, o en caso de hacerlo, provocarán un incremento en los costos por las pérdidas de tiempo, mano de obra, insumos y espacio físico ocasionado por las estacas que no enraízan. Esto repercute en la disponibilidad de plantines, y, por lo tanto, provoca que la superficie implantada de estos clones sea baja. A largo plazo, un clon que se planta poco, se difunde y se estudia poco, y paulatinamente va desapareciendo del mercado, a medida que nuevos materiales genéticos lo reemplazan
Fuente: Leonel Harrand – Javier Oberschelp
Contacto: oberschelp.javier@inta.gob.ar
INTA Concordia, Entre Ríos